sábado, 5 de octubre de 2013

Converse Life


Te encuentras con mucha gente en tu vida, pero tienes que aprender a quedarte con las que se mantienen cerca con el paso del tiempo y cuidar tanto como tú quieras que te cuiden a las nuevas llegadas.


Eran muy diferentes. La gente les miraba raro cuando los veían juntos. Los rumores se creaban a sus espaldas. Pero eso a ellos no les importaba. Ellos no se fijaron en las grandes diferencias, si no en sus pequeñas similitudes. Porque lo que les hacía diferentes los volvía únicos. Y a ellos les gustaba.


Lazos fuertes. Tan fuertes que sólo se deshacen por las dos partes. Todos lo buscamos. Y envidiamos a quienes lo tienen. Pero lo bonito es que tú no creas la fuerza del lazo. Se crea sin que ninguno de los dos se dé cuenta y se fortalece con la confianza y el respeto que se comparten ambos.




La suerte nunca se olvida. Forma parte de nosotros. La cuestión es saber cómo jugarla a tu favor. No existe la mala suerte, sólo el miedo al fracaso y el ansia de buscar un culpable que no seas tú.




Mírate. Imperfecto. Con cicatrices. Así te han hecho los que te quieren. Pero no lo mires como algo malo. Es una seña de identidad. Y aunque algunas surgen del daño de otras personas, te definen más aún. Te hacen más fuerte y que te conozcas mejor a ti mismo.




Esto pertenece a un reto de Instagram y que me sirvió para descubrir esta faceta artística mía. Ahora la quiero compartir por estos lares.




A falta de musas mejores, CONVERSE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario