jueves, 27 de diciembre de 2012

Cuida de tu bosque


Imagina un espeso bosque. Hay árboles más grandes y frondosos, pequeños y que les queda por crecer, arbustos y hierbajos. Se pueden intuir hasta zonas quemadas y carbonizadas. Ahora imagina que ese bosque es tuyo, que cada árbol lo plantaste tú con cada persona que ha habido en tu vida. Y que la vitalidad y salud de esa  vegetación representa la consolidación de una relación, ya sea amistosa o algo más.

Pues bien, el mío no se puede considerar un bosque. Puede que lo fuera en algún momento, pero poco a poco se han ido pudriendo ciertas zonas hasta quedar desiertas. Otras zonas están llenas de arbustos y hierbajos, florecieron bien en su momento, pero luego dejaron de crecer. Hay pequeños árboles que van creciendo y por culpa de algunas circunstancias, se debilitan y se mantienen secos, pero se mantienen ahí.

Y por último, está el orgullo de mi bosque. Los grandes árboles. Robustos, frondosos y que dan fruto cada día, los que se vuelven fuertes con el paso de los años. Ellos son los que dan significado a mi bosque, puede que no sea el Amazonas, pero por cada uno de esos árboles doy la vida. Algunos hace mucho que no veo a la persona con la que los planté, u otros ni siquiera los he visto en persona, pero el haberles conocido no los cambio por nada del mundo.

Y tú, ¿cuidas de tu bosque?

No hay comentarios:

Publicar un comentario